Los cuidados de la poinsettia, también conocida como “flor de Nochebuena”, son importantes para mantener su belleza y salud. Aquí tienes algunas pautas a seguir:
- Luz: La poinsettia requiere luz brillante pero indirecta. Evita la luz solar directa, ya que puede dañar las hojas. Colócala cerca de una ventana con cortinas ligeras o en un lugar con luz difusa.
- Temperatura: La poinsettia prefiere temperaturas entre 15-22 °C. Evita las corrientes de aire frío, ya que son sensibles a las temperaturas extremas.
- Riego: Mantén el sustrato húmedo, pero no empapado. Riega cuando la capa superior del sustrato esté seca al tacto. Asegúrate de que la maceta tenga un buen drenaje para evitar el encharcamiento. Evita dejar agua estancada en el platillo debajo de la maceta.
- Humedad: Las poinsettias prosperan en ambientes con cierta humedad. Puedes aumentar la humedad ambiental colocando una bandeja con agua cerca de la planta o utilizando un humidificador.
- Fertilización: Durante la temporada de crecimiento (primavera y verano), puedes alimentar la poinsettia con un fertilizante equilibrado cada 2-4 semanas. Durante el otoño y el invierno, reduce o detén la fertilización.
- Poda: Si deseas mantener tu poinsettia en forma después de la temporada navideña, puedes podarla en la primavera. Recorta las ramas a aproximadamente 10-15 cm de altura. Esto fomentará un crecimiento más denso y compacto.
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